Diferencias entre grasa visceral y grasa subcutánea:
La grasa es un componente esencial del cuerpo humano, desempeñando funciones importantes como la reserva de energía, la regulación hormonal y la protección de órganos. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. En este artículo, exploraremos las diferencias clave entre grasa visceral y grasa subcutánea (también conocida como grasa periférica), y cómo estas diferencias pueden impactar nuestra salud.
¿Qué es la grasa visceral?
La grasa visceral se encuentra almacenada en la cavidad abdominal, rodeando los órganos internos como el hígado, el páncreas y los intestinos. Este tipo de grasa es menos visible que la grasa subcutánea, lo que la convierte en un «asesino silencioso». Aunque esta grasa cumple funciones importantes, como la regulación hormonal y la protección de órganos, su acumulación excesiva puede ser peligrosa para la salud. La grasa visceral está vinculada a un mayor riesgo de diversas condiciones metabólicas, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
¿Qué es la grasa subcutánea?
La grasa subcutánea se encuentra justo debajo de la piel, formando una capa que se puede sentir al tocar la piel. Esta grasa es más visible y puede ser medida con facilidad, ya que compone el tejido que se puede pellizcar. La grasa subcutánea tiene funciones importantes, como actuar como reserva de energía, regular la temperatura corporal y proporcionar aislamiento. Generalmente, se considera menos perjudicial en comparación con la grasa visceral, aunque en exceso también puede tener efectos negativos en la salud y está asociada con el sobrepeso y la obesidad.
Diferencias clave
1. Ubicación:
– Grasa visceral: se almacena en el abdomen y rodea los órganos internos, siendo más difícil de medir externamente.
– Grasa subcutánea: se localiza justo debajo de la piel, visible y fácil de medir.
2. Riesgos para la salud:
– Grasa visceral: su acumulación excesiva está estrechamente relacionada con problemas graves de salud, incluidos trastornos metabólicos, enfermedades cardíacas y resistencia a la insulina.
– Grasa subcutánea: Aunque el exceso de grasa subcutánea puede ser un signo de sobrepeso, no se asocia tan fuertemente con riesgos de salud graves como la grasa visceral. Sin embargo, una acumulación significativa puede contribuir a problemas como la inflamación.
3. Impacto hormonal:
– Grasa visceral: produce sustancias inflamatorias y hormonas que pueden perjudicar el metabolismo y afectar la salud general.
– Grasa subcutánea: en general, tiene un perfil metabólico menos activo y produce menos sustancias dañinas en comparación con la grasa visceral.
CONCLUSIÓN
El conocimiento sobre la grasa visceral y la grasa subcutánea es esencial para entender cómo estas se relacionan con la salud general. Mantener un porcentaje saludable de grasa corporal, especialmente evitando el exceso de grasa visceral, es fundamental para prevenir enfermedades crónicas. Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a gestionar ambos tipos de grasa y, por ende, a mejorar la calidad de vida.
La salud es un viaje, y entender estos aspectos de nuestro cuerpo es un paso fundamental para lograr un bienestar duradero.