¿Es posible perder peso sin hacer ejercicio?
La respuesta es clara: sí, pero no es rentable.
Cuando bajamos de peso reduciendo simplemente la ingesta calórica nuestro cuerpo suele prescindir en primera instancia de nuestra masa muscular.
Esto se debe a que el mantenimiento de nuestros músculos conlleva un gasto energético que si no estimulamos con el entrenamiento (especialmente de fuerza) nuestro cuerpo no estará dispuesto a asumir, sobre todo cuando estamos a dieta e ingerimos menos calorías de las que precisamos.
La pérdida de masa muscular producida por el déficit calórico se conoce como PROTEINOSTATO y suele ser el principal causante del famoso “efecto rebote”.
Este fenómeno consiste en que nuestro organismo tratará de recuperar la masa muscular perdida demandando una mayor ingesta y almacenando una mayor cantidad de grasa debido a que su formación es más rápida que el desarrollo de la masa muscular.
Este artículo refleja que hasta el 95% de las personas que pierden peso sin hacer ejercicio, al poco tiempo vuelven a recuperar el peso inicial o incluso incrementarlo.
Así pues:
Perder peso a costa de nuestra masa muscular sería como vender el coche para comprar gasolina.
Por tanto, para que la pérdida de peso sea rentable debemos luchar por mantener o incluso desarrollar nuestra masa muscular. Para ello debemos seguir estos tres pasos fundamentales:
- Déficit calórico. Reducir entre 400-500 Kcal suele ser suficiente para que la pérdida de peso sea efectiva y rentable.
- Entrenamiento de fuerza 2 o 3 veces por semana. De menos a más, empezando con ejercicios sencillos con nuestro propio peso del cuerpo.
- Consumo de proteína suficiente (entre 1,5 y 2 g por kg de peso) para abastecer el mantenimiento y desarrollo de masa muscular.
Come, entrena, descansa, repite.
Pablo Leante Castellanos.
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